domingo, 26 de junio de 2011

Se acabó...

Hoy estoy un poquito triste. Llevo unos cuantos días malita, en cama, en cuarentena y sin poder acercarme a mis seres queridos.
De hecho prácticamente hasta hoy no he podido ni levantarme de la cama. Es increible cómo las enfermedades te devuelven luz sobre tu día a día y de repente valoras las cosas que muchas veces nos hacen protestar.
Cuando tienes hijos el malestar por no poder atenderlos, cuidarlos, mimarlos se multiplica hasta el infinito.
Y a lo tonto ha pasado ya el fin de semana, sin poder disfrutar de mis pequeñinas, de sus primeros baños y de sus primeras sensaciones de vacaciones estivales. Desde mi retiro las oía hablar, chillar, reirse, lloriquear, la perecita matutina en nuestra cama, jugar con su papá... y no podía pensar en otra cosa que en estar con ellas, bañarlas, vestirlas, cuidarlas, hacerles la cenita, darles la merienda, bañarme con ellas en la piscina, dormir a la una en mis bracitos o a la otra tendida junto a ella en la cama. Esto es una pesadilla. No poder acerarme a ellas, ni tocarlas, ni besarlas, ni achucharlas..

Y lo peor es que se va a comer mi última semana de estar en casa, porque el lunes que viene me incorporo de nuevo al mundo laboral después de un largo parón para cuidar a mis nenas. Es como muy bien ha definido Tita en su blog: "El fin del idilio".
http://amorycocinacotidiana.blogspot.com/2011/06/el-fin-del-idilio.html
Y yo, que hasta ahora he hablado de ello con una entereza que hasta a mi me asombraba, tan sólo recordar esa frase ha hecho que me derrumbe.
Porque eso es lo que ha sido, un idilio, unos meses en los que me he enamorado profundamente de mi bebé y mi bebé de mi, que me han regalado momentos inolvidables, de una intimidad infinita, que me han permitido ser testigo principal de todos sus nuevos descubrimientos, todo el día pegadita a ella. Y que también me han permitido cuidar mejor a la mayor, porque aunnque ya va al cole, he podido llevarla por la mañana y recogerla por la tarde, estar con ella cuando ha estado malita... en fin todo eso impensable para la mayoría de las madres trabajadoras.
Y yo pensaba tomarme esta última semana como unas vacaciones,juntas las tres todo el día, un desayunito veraniego en la terraza, un bañito en la piscina, comidita, una siesta... y esta estúpida enfermedad me va a impedir disfrutar de estos últimos días con ellas.

Esta mañana cuando la pequeña me ha visto aparecer me ha dedicado una sonrisa que me ha roto el corazón...y no he podido evitar pensar en que ya no volveré a estar con ella cuando se despierte, no me la podré comer a besos todo el día y a toda hora, buscándole la risa fácil para que me enseñe sus dentoletes, no le podré dar el desayuno, ni la comidita, no pasaré todo el día inundada por su ternura, oliendo su particular aroma... estará bien?, le darán bastante cariño?... ay mi chiquitina!! había olvidado de lo duro que resulta.
Y yo hace un mes diciendo que por una parte tenía ganas de volver a trabajar, que enseguida te acostumbras....y ahora se me hace un mundo cerrar esta etapa tan maravillosa que acabo de vivir.
Espero que dentro de un mes pueda decir que todo pasó...

jueves, 26 de mayo de 2011

Aires de verano

Ayer por la tarde me fui a andar, cosa que me he propuesto hacer todos los días (si puedo).
Me encanta el poder que tienen los olores, las imágenes, la música de desenterrar recuerdos, de devolverte sensaciones, de permitirte durante un instante efímero cerrar los ojos y viajar a tiempos pasados.
Es sólo un momento: oyes una canción o notas un olor y automáticamente se desencadena un recuerdo concreto, y eres capaz de vivirlo no sólo mentalmente sino también físicamente.


Pues en mi paseo tuve un momento de esos. Últimas horas de un precioso atardecer. En el ambiente se empiezan a percibir las primeras señales del verano...no sabría expresar exactamente qué es, pero lo siento. La temperatura cálida, el olor a jazmín, a pino y a hierba mojada, la brisa, la luz de la montañas, las ventanas abiertas, el vuelo alegre pájaros...

Una canción: Memorias de África...y de repente me sentí como si por un momento estuviera de nuevo allí, en la terraza de mi habitación, estudiando, absorta en el silencio de la tarde, disfrutando de la calidez de los últimos rayos del sol y de la quietud del final del día, oliendo a jazmín y a pino, viendo pasar los pájaros delante de mi, dejando volar mi imaginación y alimentando una ilusión...

El principio de verano tendrá para mi siempre banda sonora.
Nuestros principios también...

miércoles, 4 de mayo de 2011

Días de Pascua... del tiempo que pasamos juntos

Si hay algo que necesitan nuestros hijos, especialmente cuando son pequeñitos, es estar con sus papás.
Para ellos somos lo más importante y deberíamos dejarnos llevar por esa necesidad que tienen de nosotros... con el tiempo no creo que desaparezca pero desde luego cambia y evoluciona en otros tipos de necesidad.

Todo esto me ronda a raiz de los días que hemos pasado en la montaña. Hay veces que cuando estamos de vacaciones nos creemos en la obligación de llenar todos sus días de actividades organizadas, cada día una cosa, que no se quede nada por hacer!!

Y día tras día me doy cuenta de que ellos son felices con las cosas más "tontas" y que sobre todo disfrutan haciendo lo que sea...pero con nosotros.

A nosotros nos gusta mucho la montaña pero de momento hasta que sean un poco más mayores nos vemos un poco limitados. Sin embargo, la nena mayor, que hasta ahora iba en mochila, ha podido disfrutar de las maravillosas sensaciones que nos brinda la naturaleza... y gratis.

El primer día, a pesar de que el tiempo estaba bastante inestable y no paraba de llover, nos fuimos a hacer nuestra primera excursión con la nena mayor.
Con botas, chubasquero y paraguas emprendimos nuestro camino hacia un objetivo muy apetecible para ella: un parque de un pueblecito cercano al que llegamos en poco más de una hora y sin oir ni una sola protesta.

Por el camino nos encontramos con un grupo de caballos, bebimos en un abrevadero agua helada de las montañas, estuvimos estudiando el comportamiento de unas gallinas en su gallinero, descubrimos "un campanario misterioso", reconocimos entre otras flores el "botón de oro" (que casualmente había estudiado la semana anterior en el cole), encontramos el puente por el que cruzar un río y con gran emoción, entre risas, cantos y confidencias llegamos al fin al "Gran parque de las montañas" (compuesto por 3 columpios antiguos).

Ya de regreso, con la promesa de un plato de sopa bien calentito, cogimos un ramo de flores de mil formas y colores para la abuelita.
Llegó mojada y llena de barro, con las mejillas frías y sonrosadas... feliz.

Otro día nos fuimos a hacer otra excursión. Mi madre y yo fuimos por una pista con la pequeña y la mayor se fue con papá y el abuelito por otra senda entre árboles, cruzando riachuelos y escalando pedruscos, hasta encontrar "la gran cascada".

Al ritmo de "montañera, montañera" fue la primera durante todo el trayecto y, no contenta con eso, cuando llegaron a la cascada se empeñó en ir a tocar la nieve, vamos una subidita campo a través de casi un cuarto de hora. A la bajada su abuelito le encontró un palo para andar y allá iba ella toda contenta con su palo. Cogió más flores, nos las puso en el pelo, jugó con las piedras, se salió del camino y cuando llegamos al coche se comió una manzana a mordiscos!

En nuestra excusión de despedida del valle, estuvimos andando por un bosque precioso en el que habitan las hadas y los gnomos. Shhh! no vimos ninguno pero notábamos que estaban allí mirándonos...

Sin embargo si que encontramos una casita de pajaritos colgada de un árbol, aprendimos cómo se quedan los troncos cuando les cae un rayo encima, identificamos la flor de las fresas silvestres y la abuelita nos prometió que cuando salga el fruto en verano haremos mermelada.
También observamos durante "diez minutos" el movimiento de una babosa, aprendimos que las ortigas pican, que las hormigas son muy trabajadoras y lo bien que sientan unos frutos secos y un poquito de queso después del esfuerzo.

Vaaaaale, también hemos tenido una excursión organizada, porque se moría de la ilusión de subirse a un caballo. Y la verdad es que fue genial, toda la hora riéndose de la emoción que tenía, abrazada como una loca a su caballito y riéndose del caballo de papá porque era un "lentorro".

Y, por supuesto, ha disfrutado de tardes caseras dibujando, haciendo puzzles, sacándole carcajadas a su hermana, buscando huevos de Pascua y jugando con todos "La gran partida" a un juego al que ha aprendido a jugar en estos días.

Ha vuelto feliz...

No sé si recordara algo concreto cuando sea mayor, pero de lo que si que estoy segura es de que la cantidad de sensaciones de familia que ha vivido estos días formarán parte de su personalidad en un futuro, como forman hoy parte de la mía.

miércoles, 27 de abril de 2011

Desconexión....

Es la palabra que invadió mi mente el día que llegamos.

Nos costó salir, vaya si nos costó. Todo un día dedicado a la preparación de maletas: ropa para el frío, para el calor, para ir por casa, para la montaña, para salir a dar un paseo, medicamentos, juguetes para la una, jueguetes para la otra, cámaras varias, cargadores varios, biberones, el carro, el parque, la cuna....en fin como si nos fuéramos para toda una vida...pero así son los equipajes cuando hay niños de por medio. Salimos bien tempranito y el viaje, aunque pesado, fue bastante mejor de lo que esperábamos.

Al llegar nos esperaban mis padres con la comidita preparada y, por lo que he visto en estos días que llevamos aquí, dispuestos a regalarnos unas señoras vacaciones. Yo...lo necesitaba. Ha sido un mes bastante duro, con las exigencias de la vida real apretujándonos por todos los lados. Las nenas malitas continuamente, menos mal que en orden riguroso, con el consiguiente encierro en casa, urgencias varias, noches sin dormir y días de desficio. En los últimos días notaba que necesitaba respirar. Y soñaba con pasar unos días en este refugio de paz.

Cuando acabamos de comer, los abuelos nos dieron su segundo presente, una siesta reparadora donde las haya. Cuando me desperté casi no recordaba ni quién era...

Y tras esto...otro más: un paseo en pareja, los dos solos, cogidos de la mano, hablando de nuestras cosas, respirando el aire puro y fresco de las montañas.


El valle ya no puede estar más bonito. Los restos del invierno conviven en total armonía con la primavera que florece en todo su esplendor; cumbres nevadas, praderas de verdes rabioso y árboles en flor. Un cuadro que te mueve el alma con su espectacular belleza.

Es el tradicional primer paseo al bosque que inaugura una deliciosa semana de familia, naturaleza y descanso. Volveremos con las pilas recargadas!

jueves, 14 de abril de 2011

Tradiciones....

Soy una acérrima defensora de las tradiciones. Me encantan y las necesito. Marcan momentos importantes del año, momentos cotidianos especiales, el paso de las estaciones...

Hay un libro al que quiero mucho y que releo desde hace años (es una pena que ya no se pueda comprar) que se llama "El encanto de la vida simple". Os dejo un fragmento que me gusta mucho:
Uno de los aspectos más importantes de las tradiciones familiares, de los rituales que las familias continúan celebrando año tras año, es que las tradiciones tienen símbolos y las familias necesitan símbolos. Sacas la antigua cristalería, cantas las viejas canciones, rezas la misma plegaria, vas vestido de cierta forma, pones la mesa de cierta manera. Éstos son los momentos incoscientes del ritual familiar que se convierten en redes de seguridad emocional a las que recurres en los momentos difíciles. (...) Las tradiciones son los postes indicadores clavados profundamente en nuestra mente subconsciente. Las más profundas son las que ni siquiera podemos describir, aquellas de las que ni si quiera somos conscientes.
Provengo de una familia rica en tradiciones y por propia experiencia puedo decir que tienen mucho potencial para crear recuerdos felices para nuestros hijos. Con los niños aún se vive todo más intensamente, así que en esta casa no nos saltamos ni una y si podemos creamos alguna nueva.

Estamos a puntito de celebrar la Pascua.
En mi casa celebramos el Domingo de Resurrección. Nos reunimos toda la familia (tíos, primos, abuelos...), casi 30 personas y asamos chuletas de cordero y embutido con alioli. Después se sacan los panquemados y las monas de chocolate (los padrinos regalan una mona a sus ahijados).
También hacemos una "merienda pascuera", que algunos años es en el monte, consistente en longanizas de pascua, huevos duros (se pelan cascándolos por sorpresa en la frente de alguien, a los niños les encanta!), más panquemados, tortas de nueces y pasas, y más chocolate. (Genial para los q quieren perder algún kilito de cara al verano).

Este año además, aprovechando lo que le entusiasma a mi nena mayor "ayudarme" en la cocina, quiero probar a hacer con ella una Mona de Pascua.
Os dejo la receta: (de Pequerecetas)

Ingredientes para las monas de pascua

  • 500 gr. de harina
  • 1 sobre de levadura seca (25 gr.)
  • 1/4 litro de leche templada
  • 100 gr. de mantequilla fundida
  • 80 gr. de azúcar
  • 1 huevo
  • 1 pizca de sal
  • Para “pintar” la masa
  • 1 yema de huevo
  • 1 cucharada de leche
  • Para la decoración
  • Anisetes de colores, bolitas de chocolate, pasas, cerezas para decorar, almendras laminadas…
  • Huevos cocidos pintados con colorante alimentario o huevos de chocolate

Cómo preparar monas de pascua

Ponemos la harina en un bol. Añadimos la levadura seca y lo mezclamos todo bien con un tenedor. Añadimos el resto de ingredientes: la mantequilla (previamente la hemos derretido en el microondas), la leche, el azúcar, el huevo y una pizca de sal. Lo batimos todo bien con la batidora y le damos forma redonda a la masa con las manos, quedándonos una masa como en la imágen.
Masa de la Mona de Pascua
Cubrimos el bol con un paño y  lo ponemos en el horno durante unos 20-30 minutos a una temperatura máxima de 50 grados, dejando la puerta del horno entreabierta con una cuchara de madera, hasta que veamos que la masa haya levado, es decir, que haya aumentado su volumen visiblemente. También la podemos calentar en el microondas cubriéndo el bol con un paño húmedo a 80-90 watios durante unos 8 minutos.
Mientras la masa crece, cubrimos una bandeja de horno con papel vegetal. Una vez la masa ha levado, la dividimos en 4 o 5 partes dependiendo de la cantidad de “monas” que queráis hacer y el tamaño. Aquí tenemos que dejar volar nuestra imaginación para darle forma a la masa con las figuras que queramos. En nuestro caso con la masa hemos preparado 4 figuras distintas: un conejo, una tortuga, un nido y una trenza, pero podéis hacer las que se os ocurra, decorando con bolitas de colores, huevos cocidos pintados, almendras fileteadas, azúcar… ¡Es el momento de la imaginación! Podéis dejar que vuestros hijos os ayuden y os lo pasaréis en grande.
Masas Mona de Pascua
Las ponemos otros 10 minutos al horno a máximo 50 grados, para que siga creciendo la masa. Una vez tenemos nuestras figuras listas, mezclamos una yema de huevo con una cucharada de leche y pintamos las monas con esta mezcla, para que se doren en el horno. Añadimos la decoración que se nos ocurra para acabar nuestras figuras, por ejemplo, nosotros usamos pasas para los ojos, una cereza para la nariz, bolitas de colores, bolitas de chocolate y almendras laminadas para decorar.
Monas de Pascua o Panquemao
Con nuestras figuras ya listas y decoradas, las ponemos en el horno precalentado a 200º durante unos 25-30 minutos, hasta que veamos que están listas y que ha cogido un color adecuado.
Las sacamos del horno, las dejamos enfriar, le ponemos los huevos pintados o de chocolate  como decoración y ya tenemos nuestras monas de Pascua listas para comer. ¿A que han quedado “monísimas”?
Monas de Pascua
Para comerlas, las podemos untar con mantequilla, mermelada, un poco de queso… Acompañadas de un chocolate caliente, tenemos un estupendo desayuno o merienda para los días de Pascua, o para cualquier ocasión. ¿Os animáis?
Monas de Pascua nido
Receta e imágenes: Pequerecetas

martes, 12 de abril de 2011

Familia numerosa

Hoy acabo de descubrir un nuevo blog http://educandoacuatro.blogspot.com/. Como su propio nombre indica lo escribe una chica que tiene nada más y nada menos que 4 hijos. Releyendo sus vivencias cotidianas vuelve a mi una conocida sensación en forma de deseo... cómo me gustaría!  Siempre me pasa cuando veo familias numerosas... y siempre me hago la misma pregunta: ¿sería yo capaz?
Depende de la hora del día en que la formule las respuestas varían. Ahora mismo con la luz de la mañana, con el principio de un nuevo día y el cuerpo más o menos descansado, siento que podría con todo.
Me imagino rodeada de niños y sobre todo a los niños rodeados de hermanos, pienso en lo feliz que he sido yo en el seno de un familia numerosa, me doy cuenta de la forma en la que estamos disfrutando de nuestras nenas, en la felicidad que nos regalan día tras día, creo firmemente que los pequeños problemas que pudieran surgir serían "solucionables", y me dejo llevar por la ilusión.
Por la noche, el cansancio acumulado, la falta de tiempo para lo imprescindible y para "lo prescindible", los pequeños baches cotidianos....hacen que lo vea todo un poquito más negro. Hay personas que valen para eso... mi madre (desde que soy madre) se ha convertido en mi heroina. Pero yo no sé si sería capaz...con la cansada que acabo y sólo con dos... Pero bueno, la pequeñita es muy pequeñita todavía, tal vez dentro de unos años... quién sabe? a lo mejor el corazón le gana la batalla a la razón.

lunes, 28 de marzo de 2011

Organización...Fase 1: La compra y el menú.

Parece que al fin ha llegado la primavera. Aunque miro por la ventana y todavía no me lo acabo de creer. El cielo está amenazante, hace viento y frío.
Me gustan todas las estaciones del año. Cada una tiene su riqueza, su belleza y sus alicientes. Y parece que cuando llevas un tiempo disfrutando de una ya te va apeteciendo que llegue la otra. En mi caso creo que nunca había ansiado tanto la llegada de la primavera...el invierno se me ha hecho eterno. Tengo ganas de oler y sentir el buen tiempo, de colgar definitivamente los abrigos, de que el sol entre a raudales por mi ventana, de que el día se alargue, de dar buenos paseos al atardecer sin que la humedad te cale los huesos.

Pero en realidad no quería hablar de esto hoy, hoy quería reflexionar sobre la organización. Una palabra que me persigue y me persigue y que hasta consigue colarse en mis sueños por las noches.
Yo soy una persona organizada por dentro y desorganizada por fuera y ese desequilibrio lo llevo francamente mal. Como todavía no me he incorporado al trabajo lo que me roba el sueño ahora mismo es la organización del hogar en sus múltiples vertientes. Y no es lo mismo el orden que la organización; no hay nada peor que algo aparentemente ordenado en la superficie pero que tú sabes que es caótico por dentro.

Y como no hay nada mejor como analizar para sacar conclusiones y dejar paso al progreso, me he convertido en detective de mis rutinas en busca de todas aquellas situaciones que consiguen sacarme de quicio. Como soy consciente de que quien mucho abarca poco aprieta, iré pasito a pasito.

La compra semanal
Descricpción de la situación:  Voy urgentemente al supermercado porque se me han acabado los pañales de la nena. Cuando cojo los pañales me acuerdo de dos o tres cosas más que me faltan. Al pasar por la carnicería pienso, voy a comprar carne, así en general. Lo mismo en la frutería. Pago. Llego a casa. Conforme subo las bolsas ya me estoy acordando de más cosas que faltaban (tendré que volver mañana...). Empiezo a guardar, vaya! tengo más de 10 manzanas en el frutero, sin embargo se me han olvidado los plátanos. No me cabe nada en la nevera, aprovecho para ordenar. Cojo una gran bolsa de basura: berenjenas y otras hortalizas varias putrefactas, el caldo que hice la semana pasada (debe estar algo agrio), un pack de yogures caducados, ostras si tenía mozzarella...! dos envases de jamón york abiertos...uno de ni se sabe cuando, el arreglo de arroz al horno que no congelé y que finalmente no llegué a hacer.. Limpio y coloco. Me ha quedado como nueva y ahora está casi vacía. Me dispongo a poner una lavadora, ups no queda detergente!, definitivamente tengo que volver mañana.

Esto no es nada saludable. Me enfado conmigo misma y empiezo a fantasear con listas. Listas de la compra completas que sólo hay que actualizar, listas de menús semanales que se cumplen. Y me pregunto que problema tengo yo con las listas si me encantan. Me acuerdo de una conversación que mantuve con mi madre hace años en los que yo le cantaba las bondades de los menús semanales: "serían tu salvación!" Ella me decía que más o menos los tenía en la cabeza, que su compra semanal era siempre la misma aprox y que ella tenía que ir pensando las comidas sobre la marcha porque con tanta gente en casa cada día era un mundo. Y aquí estoy yo ahora, deseando con todas mis fuerzas ser capaz de hacer un simple menú semanal que me permita dejar de pensar en "qué haré hoy" y optimice mis compras.

Solución:
Ayer domingo me puse manos a la obra. Primero hice una lista de todos los productos que habitualmente utilizamos, lo más extensa posible, organizada por tipos de producto: Lácteos, Bebidas, Carnes, Frutas y Verduras, Limpieza...Lo pasé a excel y así cada semana podré hacer una lista nueva a partir de la original, que además me permita revisar si me falta algo.

A continuación hice dos listas con toda las comidas y las cenas que habitualmente hacemos en este casa.

Después me enfrasqué en la ardua tarea de realizar  UN menú semanal que compaginara mis comidas, las cenas de la nena (complementando lo que ha comido en el cole) y las nuestras (a poder ser las mismas).
En fin estuve casi media hora pero al final conseguí rellenar todas las celdas, mejor o peor ya tenía mi menú
semanal. Además encontré un plantilla monísima en http://www.pequerecetas.com/. que todavía me ha motivado más.

plantilla menu semanal infantil


Una vez listo el menú semanal adapté una lista para la compra de hoy con todo lo necesario para lo que había planificado.

Ay! que bien me sentí cuando acabé y contemplé mi obra!

Esta mañanita me he ido muy contenta con la nena a comprar. No me he salido de la lista en NADA.

Y ya he hecho la primera comida del menú! Soy toda una campeona.  A ver como va la semana, si consigo cumplirlo más o menos y lo que es más importante, el domingo que viene repetir la operación.

Por lo menos he dado un paso para organizar una faceta de mi vida. Continuará...

miércoles, 23 de marzo de 2011

6 mesecitos y...

Tiene algo más de 6 meses. Y está preciosa!! Estoy viviendo muy intensamente todo este tiempo que estoy viviendo con ella y la estoy disfrutando muchísimo. Me paso todo el día intentando fijar en mi retina su imagen de bebé, intentando guardar para siempre su olorcito, su tacto, sus chilliditos, su risa...
Pesa ya 7 kilitos. No es una niña gorda pero tiene plieguecitos por todo el cuerpo. Se pasa las 24 horas del día riéndose sin parar y yo deshaciéndome por las esquinas...
Está empezando a jugar. Su último descubrimiento ha sido decir que no, mueve la cabeza de un lado a otro como una loca mientras sonríe de medio lado y es para morirse de risa. Le gusta mucho también que me esconda y aparezca. Y ayer, mientras hacía la compra, contestaba a mis monerías con besitos.

En cuestión de días le han salido ya dos dientecitos abajo. Me daba mucha pena pero la verdad es que está monísima!

Las noches (por fin!!!) empiezan a ser mejores. Ya duerme prácticamente hasta las 7 de la mañana, con un par de despertares cortitos (le pongo el chupete y sigue durmiendo). No me lo puedo creer!!

Toma ya 3 papillitas. La de cereales (es su preferida, se la acaba en 5 minutos), la de fruta (también le gusta bastante) y la de pollo. Con esta he empezado hace dos días y de momento no va demasiado bien, por no decir que mal, porque la tira toda a base de pedorretas. La pediatra me dijo que empezara poco a poco primero sólo con la patata y la zanahoria y días después añadiera el pollo. Y yo, muy chula, se lo puse todo el primer día (a mi hija mayor se lo hice así y no tuve problema). No sé si será por eso. Así que hoy recularé y le quitaré el pollo a ver qué tal. El pecho se lo doy por la mañana y por la noche. Y ahora como todavía estoy con ella, se lo ofrezco también "de postre" como dice mi pediatra.
Todavía llevo un poco de lío con los horarios, no los tengo establecidos todavía. Poco a poco.

Siente absoluta adoración por su hermana mayor, la ve y se le ilumina la cara, la intenta coger y le quiere decir cositas. Es increible como con lo pequeñas que son se ha creado ya un vínculo tan especial entre ellas. Que sensaciones... verlas a las dos, nuestros dos tesoros, aprendiendo a quererse..

sábado, 19 de marzo de 2011

Querido papá...

Hoy es un día especial, especial para ti y especial para mí. 
Cada uno de nosotros con los sentimientos que le brinda su equipaje.
El mío ya va siendo bastante grande, 32 años disfrutando del privilegio de decirte PAPÁ.
Cuánto contenido puede llegar a tener una de las palabras más sencillas de nuestro diccionario...

Quisiera aprovechar este día para decirte algunas cosas que a veces, con el trajín del día a día, se pierden y no se dicen...pero que siempre están presentes.
Todas ellas me llevan a un inmenso sentimiento de gratitud. Así que:
GRACIAS!

Gracias por todo el tiempo que me has dedicado... y por todo el que más tarde hemos compartido.

Gracias por anteponernos siempre ante todo; a mi, a nosotros.. a mamá. Por hacernos sentir lo feliz que te hacía y te hace estar con nosotros.

Gracias por mostrarme con tu vida muchos de los valores que hoy rigen la mía, sin imposición... sólo me bastó mirar.

Gracias por intentar de todas las maneras posibles que mis sueños se hicieran realidad.

Gracias por escucharme, por orientarme, por guiarme...aún hoy cuánto lo necesito...

Gracias por mirarme todavía como una niña que se te está haciendo mayor, por la emoción y la profundidad que se desprende de tus ojos.

Gracias por permitir que mis hijas disfruten de abuelo como lo están haciendo.

Gracias por el "soporte" de los últimos meses porque -y sé que esto te va a gustar- "siempre has estado ahí". (o mejor dicho aquí)

Gracias por todas esas tardes que nos has regalado en este año: tú disfrutando de nietas, las nietas disfrutando de abuelo y yo disfrutando de padre. Ha sido genial!

Gracias por compartir conmigo tus inquietudes y por hacerme partícipe de tus logros.

Gracias por la infancia que me has regalado. Por todos esos momentos de felicidad que atesoro en lo más profundo de mi corazón, a los que me aferro cuando necesito sacar fuerzas.

Gracias por quererme como soy.. incondicionalmente.

Y, desde los ojos de la madurez, gracias por haber puesto tanto empeño en hacerme feliz...
lo has conseguido PAPÁ.

No encontrarás nadie que te admire como yo.

Te quiero muchísimo...como dice mi nena... hasta el cielo y vuelta!

lunes, 14 de marzo de 2011

Adivina quién viene a cenar

El sábado por la noche en esta casa se celebró una cena muy especial. Teníamos que conocer a alguien ... Lo preparamos todo con mucha ilusión y grandes dosis de cariño. Encendimos la chimenea, pusimos la mesa con esmero y la luz de las velas bañaba el comedor entero.
La cena: una raclette. Para los que no la conozcan la raclette es una plancha debajo de la que se ponen unas cazuelitas para fundir el "queso de raclette". Se pone en el centro de la mesa y la cena se va haciendo sobre la marcha, cada uno va poniendo a cocinar lo que le apetece.
Admite un montón de posibilidades: carne, verduras, huevos de codorniz... (la hemos probado de mil maneras).
Nosotros pusimos diferentes tipos de carne en trocitos no muy grandes para que se haga prontito (solomillo de ternera, entrecot, solomillo de cerdo y panceta). Para acompañar unas patatas asadas y una ensalada. Todo ello regado con un buen vino, buena conversación y una compañía muy agradable.
De postre hicimos una fondee de chocolate con frutas, qué buena...

La velada se alargó hasta pasadas las 3 de la mañana. Mi pequeño bebé se despertó a las 4 y a las 5 y media. A las 7 y media el bebé grande vino a nuestra cama anunciándonos que ya era de día. Quería desayunar. Nosotros no nos podíamos mover. Tardaremos unos días en recuperarnos.

El domingo, después de la correpondiente y monumental "fregada", disfrutamos de un maravilloso y relajado paseo al calor de un solecito inesperado (anunciaban lluvias). La nena mayor era Dora la exploradora y tenía que encontrar el lago misterioso (señal, bosque, lago misterioro, iba repitiendo todo el trayecto). Se lo pasó pipa y nosotros también disfrutando de la naturaleza, de la incipiente primavera, de las montañas, de los almendros en flor y de la compañía mutua.
Un domingo feliz, de esos que te recargan las pilas para toda la semana.

miércoles, 9 de marzo de 2011

Al colegio...

Me encanta llevar a mi hija al colegio. Siempre me ha gustado. Desde sus primeros años de guardería cuando todavía hablaba con lengua de trapo y cantábamos a grito pelado en el coche canciones de películas de walt disney hasta el día de hoy en el que, un poquito más mayorcita, aprovechamos ese ratito para hablar.

Ella me cuenta sus cosas, lo que hace en el cole con sus amiguitos, a qué juegan, si fulanito lo  ha dicho esto o le ha hecho lo otro, lo que come en el comedor...También me pregunta cosas que le inquietan como quién está en el cielo, por dónde se sube o qué es una estrella fugaz. A veces me pide que le cuente historias de cuando yo era pequeña o de cosas que me han pasado y otras cantamos canciones o contamos algún cuento. Yo llevo el espejo bajado para poder verle la carita mientras habla y razona. La siento como un bebé pero es casi una niña. ¿Cómo ha podido pasar tan deprisa?

Ese ratito en el coche es nuestro. No hay nadie más, no está su hermanita reclamando atención, no estoy haciendo la cena, ni doblando ropa, sólo estoy con ella, hablando...escuchándola.

La recogida es diferente..pero también me gusta. Y ahora la valoro más que nunca porque tuve que reducir mi jornada para poder estar con ella. Sale con una gran sonrisa, me da un beso y me pregunta por la merienda. Sale cansadita y llena de tierra. En cuanto ve a su hermanita se va directa a darle un achuchón y a decirle "cosas bonitas". La cara de la pequeña es un poema. Nos subimos al coche. La conversación versa ahora exclusivamente sobre cosas del cole. Está muy cansadita...se duerme.

Ojalá pudiera guardar en su memoria todos estos momentos, yo ya los llevo conmigo...

viernes, 4 de marzo de 2011

Sepia encebollada

Ayer por la noche me animé a hacer una receta que había visto por internet: Sepia encebollada con patatas. El resultado: espectacular! La verdad es que me salió buenísima y como es tan facilita os la pongo por si queréis probarla.

1.- Se fríe la sepia (previamente cortada en trocitos) en aceite bien caliente. Cuando empiece a dorarse la retiramos.
2.- Añadimos un poquito más de aceite e incorporamos bastantes cebollas cortadas en juliana (Yo por ejemplo para una sepia grandecita puse 3 cebollas no demasiado grandes, pero si hubiera puesto más tampoco pasaría nada porque está muy rica toda pochadita..).
Añadimos también un par de ajos pelados enteros.
Un poquito de sal y dejamos hacer la cebolla a fuego lento sin prisa hasta que esté toda melosita (yo la tuve más de 20 minutos).
3.- Cuando esté lista la cebolla, volvemos a agregar la sepia.
A continuación añadimos las patatas. (Yo puse dos medianitas). Y aprovecho para contaros una curiosidad. Decía el chico de la receta, que el truco de los estofados es romper las patatas con la mano en lugar de cortar los trozos con el cuchillo. Parece que así sueltan más el almidón y espesan un poquito la salsa. Pues nada, así lo hice.
4.- Después se espolvorea un poquito de pimentón y se añade el agua. Yo puse a ojo total un vaso grande.
5.- Dejar cocer hasta que la patata esté bien cocidita. Un poquito antes de acabar la cocción añadir un puñadito de perejil fresco.

Y ya está. No tiene complicación y estaba para chuparse los dedos.

Que aproveche!!

Ingredientes para 2 personas:
1 Sepia
3 cebollas
2 patatas
2 dientes ajo
Aceite, pimentón, sal y perejil

jueves, 3 de marzo de 2011

Día del espectador

Me encanta ir al cine!! No el cine en sí mismo (que también), pero a lo que hoy me refiero es al ritual.
Una cenita de picoteo, las palomitas, el sofá mullidito, la gran pantalla...la oscuridad, el sonido y la inmersión total en la película.
Siempre me ha encantado... pero en los últimos tiempos la verdad es que podemos ir bien poco. Cuando teníamos una sóla nena aún la dejábamos alguna vez con los abuelos... pero ahora con dos la cosa se complica sobremanera. Pero bueno, no pasa nada, cada cosa tiene su momento y ya tendremos tiempo más adelante.
Sin embargo ayer tuvo lugar un gran acontecimiento que tendremos que institucionalizar de alguna manera.
Mis hermanas y yo organizamos "una noche de cine". Así que allá que nos fuimos las tres mano a mano. Después de conseguir dejar dormida a mi retoña bebé y cuando prácticamente mi retoña mayor ya había conseguido dormirme...(a mi) hice de tripas corazón (sólo tenía ganas de meterme en la cama): me puse un poquito de colorete y de brillo de labios, me vestí y me fui para allá.
Al final la velada resultó ser de lo más agradable. Nos fuimos a tomar unos montaditos, compartimos un ratito de risas y de confidencias, compramos palomitas y nos apoltronamos en los asientos dispuestas a disfrutar de un buen rato de cine.
La película: El cisne negro. Yo estoy un poco al día del cine.. pero al parecer había que verla. No estuvo mal, está realmente bien hecha y Natalie Portman impresionante. Unos cuantos sustitos...pero bueno te mantiene bien erguidita todo el rato.
Lo mejor, pasar un rato con mis hermanas, las tres solitas.
Lo repetiremos...

jueves, 24 de febrero de 2011

Cumpleaños Feliz!

Hola cariño, este es el primer post que te dedico. No es tu cumpleaños.... pero los dos sabemos lo especial que es esta fecha también para nosotros.

Esta noche nos hemos sentado con la nena entre los dos a enseñarle fotos de cuando nació... ella estaba eufórica y muy emocionada por la llegada de su gran día... para nosotros la emoción es otra... intensa, profunda y cargada de significados.

Prácticamente desde que nos conocimos compartimos la ilusión de formar una familia, tuya y mía. Soñábamos con casarnos y ser papás jóvenes...qué poco sabíamos entonces de la dimensión de lo que nos quedaba por vivir.

Al fin llegó el momento, hace ya 4 años, en el que una pequeña princesita cambió nuestro mundo para siempre.

La noche anterior me preparaste una cenita especial. Apenas hablábamos, nos mirábamos nerviosos con una mezcla de sentimientos encontrados. El día que recibió su vida amaneció precioso y brillante. De buena mañana nos fuimos hacia el hospital. Dos horas más tarde la teníamos con nosotros. En cuanto la tuvimos en nuestros brazos, empezamos a ser conscientes del cambio, de lo que íbamos a sufrir...y la felicidad, ay la felicidad...esa sí que no se puede transmitir...todo intento se quedaría pequeño ante la inmensidad de los sentimientos que provocan esos seres diminutos.

Han pasado 4 años... los hemos vivido intensamente, hemos disfrutado con ella de todos y cada uno de los momentos, viviendo una nueva vida a través de la inocencia de sus ojos.

Se ha convertido en una niña muy especial, dulce, inquieta, graciosa, cariñosa, con un grandísimo corazón... que no ha dejado de sorprendernos ni un sólo día. Ya no es un bebé...no le cambiamos pañales ni le damos de comer...pero sin embargo disfrutamos de conversaciones interminables que te llenan el alma, nos sorprendemos ante cada nuevo conocimiento que va adquiriendo y nos dejamos llevar por esa necesidad que tiene de nosotros... y nosotros de ella.
Te acuerdas cuando la imaginábamos sentada con nosotros a la mesa? parece que fue ayer verdad?

La miro y no puedo evitar pensar en ti, en nosotros, en cómo estamos construyendo todo aquello que un día soñamos... y en lo afortunada que soy de levantarme todos los días enamorada del hombre con el que comparto mi vida.

Y porque ese amor además crece y se transforma cada día cuando te veo ejercer de papá a tiempo completo, cada vez que veo como brillan tus ojos cuando estás con ellas, cada día que llegas tarde de trabajar, cansado y agobiado y no te cambias ni de ropa porque sólo quieres aprovechar esos momentos con ellas, siempre sacándoles una sonrisa, cada vez que siento que somos el centro de tu vida.
Ni en nuestros mejores principios (y mira que fueron bonitos) podría yo imaginar lo grande que se haría este sentimiento.

Así que gracias, por ser como eres, por hacerme feliz día tras día, por quererme, por querernos y por haberme dado el mayor regalo que puede haber en este mundo...
ser mamá.

Feliz cumpleaños!

martes, 22 de febrero de 2011

Una alegría inesperada

Hoy me ha pasado una cosa realmente importante que me ha producido una alegría totalmente inesperada.
Hace días que no encuentro ni un solo momento al día para sentarme a escribir. Sin embargo esta mañana he entrado un momento en mi correo electrónico y cual no ha sido mi sorpresa cuando he visto un mail de "Mariapi". Mi cabeza a procesado a toda velocidad ese nombre...mariapi, mariapi....y de repente me he dado cuenta: es "Mater"!!!!(del blog Matermanías). El mail me anunciaba que tenía un comentario en mi blog!!!!
A riesgo de parecer un poco tonta os confesaré que he sentido algo parecido al "fenómeno fan". Y explico por qué.
Soy una mujer joven (acabo de embarcarme en la treintena) y más o menos estoy adaptada a las nuevas tecnologías. Sin embargo no conocía más que de oídas el mundo de los blogs hasta hace unos meses. Me interesé por ellos un día hablando con unos amigos que tenían uno dedicado a su hija. Yo, que le escribo a mi hija mayor un diario desde que nació, vi una nueva manera de hacerlo que me encantó. Así que buscando, buscando, no sé ni cómo, di con dos blogs que fueron mi inspiración y me sumergí durante días en la lectura de entradas pasadas y futuras al tiempo que un pequeño sueño empezaba a tomar forma dentro de mi. Podría hacer yo algo parecido? Esos dos blogs fueron: http://comolaprincesadelguisante.blogspot.com/ y http://matermanias.blogspot.com/. He disfrutado (y disfruto) de lo lindo leyendo sus pensamientos, sus ideas, sus recetas, sus anécdotas, sus sentimientos..... me he sentido reflejada en muchos de ellos y me ha encantado la manera que tienen de expresar y de describir.....Sin embargo nunca me he animado a comentar nada, aunque a veces me ha apetecido, tal vez porque me da la sensación de que todas se conocen ya y es como entrar en una reunión de amigas a la que nadie te ha invitado.
Y, además... lo reconozco, no tengo ni idea (todavía) de como va esto, y estaba absolutamente convencida de que nadie leía lo que escribía.
Y de repente... un comentario a una de mis entradas y encima de una de mis bloggers de referencia (de ahí lo del fenómeno fan), dos frases que me han llenado de alegría y me han dado una ilusión renovada por continuar en esta aventura. Gracias Mariapi!!

viernes, 18 de febrero de 2011

Cumpleaños infantiles

Dentro de muy poco mi princesa mayor cumple 4 añitos. Así que un año más me encuentro pensando en la manera en la que celebraremos tan importante acontecimiento. En realidad en los años pasados tampoco ha habido mucho en que pensar puesto que la nena era todavía muy pequeña y el mayor dilema era cómo lograr reunir a nuestras numerosas familias.

Sin embargo este año es un tanto diferente porque ya es más mayorcita y empieza a pensar con ilusión en su fiesta de cumpleaños. Pero he pensado tanto... que creo que he perdido un poco el norte.
De repente me he encontrado pensando en invitar a toda la urbanización al evento. Para la tarta finalmente me he decidido a llamar a una empresa de fiestas infantiles que hace unas personalizadas preciosas (y como tampoco hay demasiada diferencia de precio con una tarta normal...).
Hablando con la chica de la tarta, se me ha ocurrido preguntarle por los servicios que tienen de animaciónde fiestas infantiles y me he metido tanto en el tema que hasta he llegado a oirme a mi misma interesándome también por otras opciones de decoración  y catering. Qué barbaridad! Te lo organizan todo! Me ha dicho precios de todo, he reservado la tarta y he quedado en pensar en todo lo demás.
Cuando he colgado el teléfono me he quedado unos instantes quieta, mirando a ninguna parte y lo he visto claro: he perdido el norte. 

En un instante han acudido a mi mente imágenes de los cumpleaños de mi niñez. Unos cumpleaños a los que venían un número escogido de amiguitos, "los más amiguitos de clase" y" los más amiguitos de casa". Era nuestro día especial. El cumpleañero elegía su comida favorita y de postre teníamos Copa Danone!! A clase llevábamos unas chucherías para cada compañero (hay que ver con que orgullo repartíamos las bolsitas....) y después por la tarde los niños acudían a nuestra casa.
Había una merienda de las de toda la vida... No recuerdo vasos de princesas ni sandwiches con forma de mickey.... había medias noches con jamón y queso, papas, gusanitos, aceitunas y esas cosas... que nos hacían una ilusión impresionante porque no las comíamos tan a menudo como ahora. Y por último la tarta, que tampoco tenía ninguna cara de ningún personaje Disney (no recuerdo sentirme desgraciada por ello...)
En estas fiestas además gozábamos de la presencia de 2 animadores de excepción: mis padres, que durante toda la tarde se dedicaban a organizarnos juegos para que estuviéramos entrenidos: juegos con globos, juegos de magia, el gran cuento imaginario, el juego de las sillas, etc.
Cuando todo había acabado y ya nos quedábamos solos, nos sentábamos un ratito en el comedor, agotados de tantas emociones, comentando lo bien que nos lo habíamos pasado. Y Santas Pascuas.

Quiero eso para mis hijas.
No quiero cumpleaños multitudinarios (toda la clase) en un local de bolas.
No quiero cumpleaños que son poco menos que una miniboda.
No quiero que haya tanta gente que acabe jugando con nadie.
No quiero que reciba 25 regalos sentada en un trono con una corona hasta tal punto que al final ya no le interese ni lo que abre porque está mirando el siguiente regalo y que luego no recuerde ni quién le ha regalado qué.
No quiero tener que esconderle la mitad de esos regalos "para que pueda apreciarlos".
Y quiero participar en su fiesta y organizarle yo los juegos y estar con ella y con sus "más amiguitos de casa y del cole".
Por lo menos es lo que quiero ahora... que sólo tiene 4 añitos.
No me malinterpretéis.. no quiero decir que no sean bonitas otras fiestas, sobre todo porque nacen del deseo de todo padre de que nuestros hijos tengan lo mejor y sean lo más felices posible.
Simplemente creo que, a veces, guiados por la pasión de ese legítimo deseo nos excedemos un poco en los planteamientos y que hay momentos en los que de la sencillez pueden nacer los mejores recuerdos.....

miércoles, 16 de febrero de 2011

El Fenómeno de las mañanas de fin de semana

Lo reconozco, tenemos un problema en esta casa y es la incapacidad absoluta para salir al exterior antes de las 13 horas en las mañanas de fin de semana.
Analizo nuestras rutinas una y otra vez para ver si consigo dar con una solución.
Nos despertamos sin prisas...pero temprano. Hacemos un ratito de perecita en la cama, los cuatro... Luego él y mi nena mayor preparan un señor desayuno (café, zumo, tostadas...) mientras yo le doy de desayunar a la pequeña. Nos reunimos en la mesa y sí, desayunamos tranquilamente, hablamos de nuestras cosas, nos reimos, hacemos planes....es un momento especial en nuestra pequeña familia.
Despúes queda hacer cosas de casa....pero no limpiar, ni dejar la casa como una patena, ni planchar ni nada del otro jueves... tan sólo quiero ver la casa recogida, la cocina, las camas y poco más.
Tras esto vestir a las niñas y vestirnos nosotros... las 13:15 otra vez!!!
Mientras tanto tengo que ver por la ventana a niños en bici, correteando por el jardín desde las 11 de la mañana.. y me pregunto pero Cómo lo hacen??
Mi madre me dice que es normal...que ahora con dos niñas una de ellas bebé... el tiempo se pasa volando.. pero si hago examen de conciencia debo reconocer que esto no es nuevo de ahora, también nos pasaba antes cuando sólo teníamos una. En nuestra casa anterior teníamos unos vecinos a los que adoro que tenían un hijo de la misma edad que la mía. Todos los fines de semana, cuando nosotros nos disponíamos a recoger el desayuno los veíamos pasar por bajo de casa en dirección al parque... y a nosotros todavía nos quedaba toda una vida para estar listos para salir. Y nos decíamos.. mañana nos daremos más prisa a ver si salimos antes que ellos....nunca lo conseguimos.
En fin...parece que nosotros somos así, y así tenemos que aceptarnos.. aunque eso no quita que yo siga explorando nuevas estrategias para lograr mi objetivo: las 12 no es tan tarde no?

martes, 15 de febrero de 2011

Mamá "Segundiza"

Hace pocos meses que he sido mamá por segunda vez.
A nuestro primera hija la disfrutamos tanto, tanto.... que al quedarme embarazada de la segunda mi marido y yo nos decíamos que ahora, por fin, descubriríamos si es verdad eso de que al segundo hijo se le quiere tanto como al primero. Lo veíamos tan difícil...
Creía acordarme de todo lo relacionado con un bebé, sobre todo recordaba haber sido inmensamente feliz...pero cuando nació ella... la emoción me pilló desprevenida. Volví a vivir con intensidad de primeriza todas las sensaciones que nos regala la maternidad.
Volví a sentir ese olor a vida que traen cuando vienen al mundo, a acariciar esa piel casi transparente,  a dejarme agarrar por esas manitas que se aferran a ti con una fuerza inusitada, a sentir sus besos en mi pecho mientras luchaba por sacar su comidita. Volví a quedarme embelesada viéndola dormir plácidamente en su cunita o a acoplar nuestras respiraciones mientras se quedaba quitecita en mi regazo. Otra vez sentí como se me llenaba el alma cuando nos regaló su primera sonrisa...y las que le siguieron, unas sonrisas que te cortan la respiración porque sonríe con la boca, con los ojos y con el corazón. 
Y las manitas.. capítulo aparte merecerían las manitas. Cuando se las descubren y empiezan a cogérselas, cuando empiezan torpemente a intentar dirigirlas hacia un lugar concreto, cuando lo consiguen... cuando te tocan la carita, ay! cuando te tocan la carita (es algo de lo que todavía no me he recuperado....), cuando empiezan a manipular como si fuera a cámara lenta los juguetitos que les dejas y quieren coger todo lo que entra en su ángulo de visión... Y los primeros balbuceos, y los primeros chilliditos, y ese olorcito a leche agria.... y los primeros besos o más bien mordiscos...Y así creo que podría seguir horas.
Y entonces empecé a pensar: con la primera tuve todas estas sensaciones? Y volví a leer el diario que le escribí desde el primer día de su nacimiento y me di cuenta de que si, de que son las mismas, con la misma intensidad, con la misma certeza de que estás viviendo algo único que irremediablemente se te escapa de las manos. Son unos sentimientos que creo que no importa cuantos hijos hayas tenido antes... en esos momentos vuelves a ser una mamá primeriza que lo vuelve a vivir todo por primera vez.

lunes, 14 de febrero de 2011

Despertares

Cuando al final del día, me meto en la cama y me estiro y noto su tacto suave, limpio y fresquito bajo mis pies, de repente me doy más cuenta todavía de lo supercansada que estoy y pienso: este es el mejor momento del día!!!
Pero al cabo de unas horitas, no demasiadas, vuelve a amanecer y oigo una vocecita que me llama en la habitación de al lado. Sin apenas desperezarme voy corriendo y me meto con ella en su camita y me lleno de su calorcito, de sus abracitos, de su olor y de un ratito de confidencias: es lo que oficialmente se llama en esta casa "hacer perecita". Y es maravilloso, el mundo se detiene un instante en esa cama, allí con ella. Dentro de un momento empezarán las prisas y el ajetreo, pero estos minutos son sólo nuestros, de las dos. Al cabo de un ratito aparece papi por allí, con su alegría y con sus bromas y ya nos levantamos. De repente se oyen unos ruiditos, alguien está hablando con su particular lenguaje. Nos vamos corriendo a la cunita y allí está la otra que nos recibe con una sonrisa que te ilumina el alma, contenta de vernos, empieza a chillar y a dar patitas al aire. La cojo entre mis brazos, la aprieto, la huelo y la lleno de besos.... y pienso que no se puede ser más feliz... no se puede.... y que este si que es el mejor momento del día.

Vaya con los propósitos!

Definitivamente los propósitos de enero no son mi fuerte. Y no por falta de voluntad, que de esa no me falta, si no porque de momento no están siendo más que unos propósitos gafados. Sé que suena a topicazo pero lo que voy a contar a continuación es totalmente verídico. Los reyes trajeron a esta casa una indirecta envuelta con forma de bicicleta estática. Como una servidora siempre se está quejando de la falta de tiempo para el deporte, pues toma ya! una fabulosa bicicleta para poder practicarlo sin moverme de casa. Menuda ilusión me hizo! En cuanto pasaron las fiestas, comencé con mi nueva rutina. Desde luego ya se puede decir que estaba motivada porque mi horario de bicicleta comenzaba más o menos a las 10 de la noche cuando ya teníamos a niñas bañadas, cenadas y dormidas. Con una agotamiento sin par me ponía la ropa de deporte y me entregaba al pedaleo. Y tras 15 minutos muy intensos, venía otra tanda de propósitos de enero entre los que se encontraban desmaquillarme convenientemente (no con una toallita dodot), embadurnarme de crema corporal y ponerme contorno de ojos. Eso sí, salía como nueva.
Pues bien, esta maravillosa rutina me duró 4 días!! Desde entonces en esta casa hemos enlazado un virus con otro, con algún día suelto en medio, hasta el día de hoy (y no lo quiero decir muy alto...).
Propósito gafado.
Pero es que todavía hay más. Otro de los propósitos que más ilusión me hacía era empezar un blog. Desde que los descubrí activamente hace cosa de 2 meses buscaba un ratito todos los días para leer a unas y a otras.... no podía esperar a empezar el mío. Así que finalmente entramos en el nuevo año y me lanzo a la aventura... escribo mi primera entrada. Con una emoción que me embargaba me encontré de la noche a la mañana pensando todo el día "en forma de blog", todo lo que me pasaba era susceptible de convertirse en una entrada, madre mía cuanta inspiración!
Al día siguiente de escribir mi primera entrada, el ordenador se apagó y no quiso volver a encenderse. Y como hemos estado enfermos taaaantos días tardamos un montón en llevarlo, un montón en recogerlo, un montón en instalarlo....
En fin...propósitos gafados en toda regla!

miércoles, 12 de enero de 2011

Enero, el mes de los nuevos comienzos

Siempre me ha gustado la sensación de empezar un nuevo año.
De repente me invaden unos tremendos deseos de empezar una nueva agenda, estrenar un nuevo cuaderno para notas, colgar nuevos calendarios y afrontar nuevos propósitos. Y de esos, este año, tengo un buen montón.
Uno de ellos era embarcarme en la aventura de escribir un blog. Siempre me ha gustado escribir, de "joven" lo hacía constantemente, pero conforme me he ido haciendo mayor y con todas las nuevas competencias que he ido adquiriendo con el paso de los años (trabajo, matrimonio, maternidad...) cada vez me cuesta más encontrar huecos para hacerlo. Pero este es mi año. Todavía no sé exactamente sobre qué voy a escribir pero sé que si espero a encontrar esa temática perfecta nunca lo empezaría.
Así que aquí estoy, escribiendo mi primera "entrada" y deseando de corazón que sea la primera de muchas más.